Evolución
La formación del sistema solar
La formación de las atmósferas
La formación de la atmósfera de Venus
Las atmósferas de La Tierra y de Marte
Mercurio y Venus
Mercurio
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La atmósfera de Venus
La Tierra
La atmósfera y la magnetosfera de la Tierra
La estructura interna de la Tierra y la tectónica
El recalentamiento climático
La Luna
La Luna
La exploración de la Luna
La superficie de la Luna
El origen de la Luna
Marte
Marte
El agua sobre Marte
La exploración de Marte después del año 2.000
Curiosity
El origen de la Luna
El problema del origen de la Luna todavía no ha sido resuelto de modo
definitivo. Tres escenarios diferentes dominaron mucho tiempo el debate.
El primer escenario era el de la fisión. Justo después de su formación, la
Tierra era una masa líquida en rotación relativamente rápida. A causa de la
fuerza centrífuga, nuestro planeta habría eyectado una fracción de su masa que
finalmente se habría aglomerado para dar origen a la Luna.
El segundo escenario era el de la creación simultánea: la Tierra y la Luna se
habrían formado simultáneamente a partir de la misma fuente de polvo.
Por fin, el tercer escenario era el de la captura, según el cual la Luna se
habría formado en una región diferente del sistema solar, pero habría sido
capturada en cierto momento por el campo de gravedad de la Tierra.
El par Tierra-luna visto por la sonda Galileo en 1990 desde una distancia de 6
millones de kilómetros. Crédito:
JPL / NASA
Tres escenarios con problemas
De hecho, ninguna de estas antiguas teorías es verdaderamente satisfactoria.
El análisis de las rocas lunares puso de manifiesto que su composición química
era diferente de la de las rocas terrestres, en particular en lo que concierne a
la proporción de hierro. La Luna no puede, por tanto, estar únicamente formada por
materia arrancada de la Tierra, y tampoco pudo simplemente nacer en la misma
región que la Tierra.
Además, el primer escenario exige una velocidad de rotación excesivamente grande,
y el segundo es incapaz de explicar porqué la Luna posee un núcleo mucho más
pequeño que la Tierra.
Por fin, el tercer escenario no es satisfactorio, porque es extremadamente
difícil imaginar cómo la Tierra habría podido capturar un objeto tan masivo
como la Luna y traerlo a una órbita estable.
Además, el análisis de la proporción de diferentes núcleos atómicos muestra una
similitud muy fuerte entre la Tierra y la Luna, lo que es muy difícil de
explicarse si los dos cuerpos se crearon independientemente.
Una colisión
Varios planetólogos propusieron así, en 1975, el cuarto escenario más complicado
del origen de la Luna. Según ellos, muy pronto en la historia del sistema solar,
una colisión se habría producido entre la Tierra y otro objeto del tamaño de
Marte. Esta colisión habría provocado la eyección de una cantidad enorme de
materia que se habría aglomerado para dar origen a la Luna.
Esta última teoría puede explicar todas las diferencias o similitudes entre la
Tierra y la Luna, y es, pues, la teoría mejor aceptada hoy.
En la época del impacto, la mayor parte del hierro de la Tierra ya se había
reunido en el núcleo. La materia eyectada provenía principalmente del manto, más
pobre en hierro, lo que explica que la Luna contiene una proporción baja de este
elemento.
La similitud en la proporción de diferentes núcleos atómicos es debida al hecho
de que ambos cuerpos tienen un origen común.
Por fin, la naturaleza muy aleatoria de un impacto explica por qué la Tierra es
el único planeta del sistema solar interno que posee un satélite tan grande. |