Praga (Praha en checo) es la capital de la
República Checa, tal y como recoge la Constitución del país. Antes fue capital
del Reino de Bohemia y de Checoslovaquia. También es la capital de la región de
Bohemia.
Situada en las orillas del río Moldava, tiene aproximadamente 1,2 millones de
habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada del país. El área
metropolitana de Praga cuenta con una población de 1,9 millones de habitantes.
Desde 1992 el casco histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad. Su
belleza y patrimonio histórico la convierten en una de las veinte ciudades más
visitadas del mundo.
Praga se ha desarrollado desde el siglo IX, convirtiéndose en una de las
capitales más importantes de Europa en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo en el
siglo XX sufrió las dos guerras mundiales, y las dictaduras nazi y soviética.
Tras la Revolución de Terciopelo y la caída del Muro de Berlín la ciudad se ha
estado adaptando a la economía de mercado.
Por sus características Praga es considerada como una ciudad global de clase
gamma, a la altura de Ámsterdam o Washington y superando a grandes urbes como
Roma, Estocolmo y Pekín.
Cultura
Los museos ofrecen ricas colecciones. Entre ellos, destaca el
Museo Nacional de
Praga y el Museo judío de Praga. Tradicionalmente Praga ha sido uno de los
centros culturales más importantes de Europa Central. Actualmente, tras la caída
del comunismo, recuperó su tradición y festeja centenares de eventos como
festivales de cine, música o literatura. La actividad teatral y operística de la
ciudad presenta una enorme oferta durante todo el año. El Teatro Negro, el
Teatro Nacional
de Praga y el Teatro del ballet Nacional son algunos de los más famosos
atractivos culturales.
Museos
El Museo nacional -en checo: Národní muzeum- es uno de los principales museos de
Praga. Ocupa un edificio neorrenacentista situado en lo alto de la
plaza de Wenceslao,
la principal de la ciudad. Su vestíbulo central sirve también de panteón de los
grandes checos. Se fundó en 1818 como Museo patriótico de Bohemia (Vlastenecké
muzeum v Čechách). En 1848 toma el nombre de Museo checo (České muzeum), de 1854
a 1919 el de Museo Real checo (Muzeum Království českého). El edificio ocupado
por el museo es obra del Josef Schulz, el arquitecto del Teatro nacional de
Praga, construido en la misma época (1885-1890).
El Museo judío -en checo:Židovské muzeum- es en realidad un conjunto de
distintos dentro del antiguo gueto de Josefov. Fue fundado en 1906 por Hugo
Lieben y Augustin Stein para la conservación de valiosos objetos de las
sinagogas de Praga. Con la ocupación nazi y el régimen comunista el museo estaba
muy limitado en sus funciones. Desde 1994 recuperó y amplió su status original.
Posee una de las mayores colecciones de arte judío en el mundo, que comprende
unas 40 000 piezas de museo y 100 000 libros. El museo incluye las sinagogas
Maisel, Española, Pinkas, Klaus, el Antiguo Cementerio Judío, la Sala de
Ceremonias de la Sociedad Funeraria y el cementerio judío de Žižkov.
Otros museos de menor relevancia incluyen el Museo Alfons Mucha que recoge más
de 100 obras u objetos relacionados con autor checo, el Museo Franz Kafka
que alberga las primeras ediciones de sus libros, así como correspondencia
personal y audiovisuales del escritor, o el Museo del Juguete, que se encuentra
en el castillo de Praga, entre otros.
Música
Praga tiene una larga historia musical. La que fuese una de las capitales
culturales de Europa en los siglos XVIII y XIX conserva su tradición musical.
En la ciudad se organizan, durante todo el año, conciertos de música clásica.
Los entornos son variados, desde antiguas iglesias a hermosos auditorios como la
Sala Smetana, sede de la Orquesta Sinfónica de Praga situado, en un edificio art-nouveau
en Republiky 5, el Palacio de la Cultura y la sala Dvorak (en el
Rudolfinum, Plaza Jan
Palach), sede de la Orquesta Filarmónica Checa ubicado en un edifico neoclásico
en donde se celebra la inauguración y clausura, sobre todo, del famoso Festival
Internacional de la Primavera de Praga entre el 12 de mayo y los primeros días
de junio. Los conciertos también se celebran regularmente en la Galería Nacional
del Castillo de Praga, en los jardines, al pie del Castillo y en el Museo
Nacional, en la plaza de Wenceslao. Los conciertos en la Villa Bertramka en
Mozartova 169, Smichov, suelen tener a Mozart y sus contemporáneos como
protagonistas.
Las antiguas iglesias son en entorno en donde se puede disfrutar con el Festival
de Música de Órgano que tiene lugar en agosto. Los mejores programas son los que
se ofrecen en la Catedral de San Vito, en Hradcany; U Krízovníku, cerca del
Puente de Carlos, la Iglesia de San Nicolás de la Malá Stupartská en la Ciudad
Antigua, donde las notas del órgano fluyen en medio de hermosas estatuas
barrocas.
Resulta curioso el Festival de Música Judía que se celebra en los meses de
octubre y noviembre en el Barrio Judío.
La tradición musical checa se inicia en el Siglo IX de nuestra era con canciones
de origen religioso. Durante la Edad Media se componen varias canciones que han
perdurado en el cancionero checo, pero que es difícil concretar de donde
surgieron. En el siglo XV el reformista Jan Hus impulsa de modo notable la
canción religiosa en la Capilla de Belén de Praga, y según los textos
contemporáneos es compositor de varias piezas de la época.
En el siglo XVI se instala el famoso órgano de la Catedral de San Vito. El
Emperador Fernando I funda en esta época la orquesta de la corte, que sus
sucesores ampliarían posteriormente. De esta orquesta, formada por músicos de
diversas nacionalidades, surgen varias canciones populares checas.
En el siglo XVII la orquesta de la corte fue llevada a Viena aunque aun actuaban
en Praga en ocasiones especiales. La ópera se estrenó en Bohemia en el año 1627
durante la coronación de Fernando II.. Durante este siglo se empezaron a
representar óperas en el país, pero ninguna compañía se estableció de modo
permanente.
Con la coronación en 1723 de Carlos VI se estrena en Praga Constanza e fortezza
por Joseph Fux que impresiona al conde Spork que decide que se represente ópera
de forma permanente en su teatro, bajo las órdenes de Antonio Denzio. En el
siglo XVIII en paralelo se produce un auge de la música popular checa, que llega
a influenciar a la música europea.[63] En esta época Mozart vivió durante algún
tiempo en Praga y compuso Don Giovanni, La casa que ocupó al sur de Malá Strana,
en el barrio Smíchov, hoy es un museo llamado Casa de Mozart. La ópera se
estrenó en el Teatro Estatal de Praga.
El el siglo XIX, con el auge de Praga coincide la mejor época musical de la
ciudad. En esta época viven en Praga los compositores checos más célebres,
Antonín Dvořák y Bedřich Smetana. Dvořák y Smetana son los autores de las más
célebres composiciones musicales checas como la ópera La novia vendida.
Herederos de Dvořák y Smetana son otros compositores que desarrollaron su
carrera ya en el siglo XX como Josef Suk, que llegó a participar en la
Olimpiadas de Los Ángeles en 1932 o Leoš Janáček . Tras la Primera Guerra
Mundial surgió el movimiento anti-romántico, del que cabe destacar al prolífico
compositor Bohuslav Martinů, que desarrolló la mayor parte de su carrera fuera
del país.
Arquitectura
La rica historia de Praga le permite tener grandes representaciones de diversos
estilos arquitectónicos. Los barrios de Staré Město, Malá Strana y Hradčany
reúnen palacios de gran valor artístico.
Ya en el siglo X Praga era un importante centro comercial. En esa época existía
un obispado, dos conventos de gran tamaño y una comunidad judía que habitaba en
casas de piedra.
En el siglo XIII comienza a utilizarse la piedra para las grandes construcciones
para en el XIV, gracias a la influencia del Rey Carlos IV, desarrollarse un
estudiado diseño de Praga utilizando principalmente el estilo gótico que la
convirtió en una ciudad hermosa y en centro político-cultural de Europa. De esta
época son el edificio del Arzobispado y la
Catedral de San Vito.
Con los Habsburgo llega el renacimiento con construcciones tan originales como
el Palacete de la Estrella y tan hermosos como el Palacio de la Familia
Schwarzenberg o la Casa del Minuto. Tras la Guerra de los Treinta Años llegó un
periodo de decadencia para renacer bajo los influjos del barroco, con muestras
tan interesantes como la Residencia de Verano de la Familia Sternberken Troja o
el Palacio Clam-Gallas.
En el siglo XVIII se impone el clasicismo francés y en la segunda mitad del
siglo XIX se pasa a un estilo personal checo promovido por los componentes de la
conocida como Generación del Teatro Nacional como se puede observar en la Casa
de los Artistas y en el Teatro Nacional. Este estilo propio se desarrolla
intensamente con la Feria conmemorativa del país en 1891 que da como frutos el
Pabellón en hierro fundido que mandó construir el Príncipe Hanavsky, el Palacio
Industrial de Holešovice y el Mirador de la Colina.
Ya en el siglo XX se pasa al modernismo cuyas principales muestras son la Casa
Municipal, el Hotel Europa, el Palacio de Exposiciones y la casa de Ginger y
Fred. |