La laurisilva de Madeira (Floresta
Laurissilva da Ilha da Madeira, en portugués), es un lugar natural declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1999. Está considerado como
una reliquia muy valiosa, por su tamaño y calidad, de la laurisilva, un tipo de
bosque de laurel muy abundante en épocas pasadas y hoy prácticamente extinguido.
Se cree que es en un 90% un bosque primordial.
La Unesco justificó la inclusión de este lugar dentro del patrimonio mundial
precisamente por ser el resto más grande de laurisilva, en el pasado extendido
por toda Europa y hoy prácticamente extinguido. Además, este tipo de bosque se
considera un centro de diversidad de plantas y contiene numerosas especies
endémicas, residuales y raras, especialmente de briófitos, helechos y plantas
con flores; cabe destacar al respecto la lamiácea Teucrium abutiloides. También
tiene una fauna invertebrada muy rica, figurando entre las especies endémicas de
la isla, la paloma de Madeira.
La laurisilva de Madeira se encuentra en la isla principal del archipiélago (la
isla de Madeira). Antes de la colonización cubría prácticamente toda la isla.
Después fue quemada por los primeros colonos y actualmente se conservan 15.000
hectáreas de superficie de la isla, lo que se corresponde con un 20% de su
extensión. Se concentra principalmente en la costa norte, en altitudes
comprendidas entre los 300 y los 1.400 metros. En la costa sur, aparece en zonas
de altitud comprendida entre los 700 y los 1.600 metros.
Aparte de esta laurisilva de Madeira, quedan restos de este tipo de bosque en
los archipiélagos de las Azores y la Canarias; en Europa continental, sólo queda
una zona testimonial en el Parque Natural Los Alcornocales, en el extremo
meridional de la Península Ibérica. |