La Acrópolis de Atenas puede considerarse la
más representativa de las acrópolis griegas. La acrópolis era, literalmente, la
ciudad alta y estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una
doble función: defensiva y como sede de los principales lugares de culto. La de
Atenas está situada sobre una cima, que se alza 156 metros sobre el nivel de
mar. También es conocida como Cecropia en honor del legendario hombre-serpiente,
Cécrope, el primer rey ateniense.
La entrada a la Acrópolis se realiza por una gran puerta llamada los Propileos.
A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de Atenea Niké. Una gran
estatua de bronce de Atenea, realizada por Fidias, se encontraba originariamente
en el centro. A la derecha de donde se erigía esta escultura se encuentra el
Partenón o Templo de Atenea Partenos (la Virgen). A la izquierda y al final de
la Acrópolis está el Erecteión, con su célebre stoa o tribuna sostenida por seis
cariátides. En la ladera sur de la Acrópolis se encuentran los restos de otros
edificios entre los que destaca un teatro al aire libre llamado Teatro de
Dioniso, donde estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes y Esquilo.
La mayoría de los grandes templos fueron reconstruidos bajo el liderazgo de
Pericles durante la Edad Dorada de Atenas (460-430 a. C.). Durante el siglo V a.
C., la Acrópolis adoptó su forma definitiva.
Historia
La plataforma de la Acrópolis estaba rodeada por una muralla construida por los
pelasgos que sustituyó otra anterior más primitiva. En su interior, se han
hallado evidencias de la presencia de un palacio perteneciente a la época
micénica. Una gran parte de los edificios arquitectónicos que forman la
Acrópolis se edificaron durante la época de Pericles (499 a. C.-429 a. C.), tras
la destrucción de los edificios anteriores provocada por las tropas persas de
Jerjes I. El antiguo templo de Atenea, que albergaba una estatua de Atenea
Polias, fue sustituido por el Erecteión. El Partenón fue construido sobre los
restos de otro templo anterior, denominado Hecatompedón o Prepartenón. Otros
edificios religiosos y civiles estaban repartidos por toda la montaña. Todos se
conservaron en bastante buen estado hasta el siglo XVI, cuando a causa de la
dominación otomana el Partenón se convirtió en mezquita, el Erecteión en harén y
los Propileos en polvorín. Durante el asedio de Atenas del año 1687, los
venecianos, bajo el mandato del general Francesco Morosini, hicieron grandes
destrozos con sus bombardeos. Un golpe de mortero destruyó en parte el Partenón,
ya que los musulmanes lo utilizaban también como polvorín, siendo en aquella
ocasión cuando se derrumbó el techo del templo.
Año de inscripción UNESCO 1987 |