El
viñedo de Borgoña (en francés, Vignoble de Bourgogne) es una región vinícola de
Francia que se extiende por la región homónima, al este de Francia, al norte del
valle del Ródano. El viñedo borgoñón se extiende a lo largo de 250 kilómetros
desde el norte de Chablis al sur de la región de Mâcon.
Sus vinos, junto con el de Burdeos y el champán, se encuentran entre los más
prestigiosos de Francia y del mundo, con cinco appellations d'origines
contrôlées (AOC): 33 denominaciones grands crus, 562 denominaciones premiers
crus, 44 denominaciones municipales o villages y 23 denominaciones regionales y
semi regionales. Borgoña produce vinos tintos, a base de uvas pinot noir y de
gamay y vinos blancos, a base de cepas chardonnay y aligoté. También se producen
pequeñas cantidades de vino rosado y vino espumoso. Sobre cerca de de 25.800
hectáreas, producen una media de 1,500.000 hectolitros de vino.
Historia
No se sabe con precisión quién introdujo la vid en Borgoña. Se cree que ya
existía en el siglo II. En 312, Eumene proporciona la primera descripción del
viñedo beaunois. Gregorio de Tours describió en el siglo VI la côte couverte de
vigne cerca de Dijon. La implantación del cristianismo propició la extensión de
viñedo por los señoríos abaciales. En estos tiempos guerreros, las comunidades
religiosas gozaban de una protección que les permitirá transmitir la experiencia
de generación en generación. Así ocurrió con las abadías más importantes, esto
es, abadía de Cluny para el mâconnais y el chalonnais y la abadía de Cîteaux con
las plantaciones de Côte d'Or, chalonnais y chablisien. Desde alrededor del año
900 hasta la Revolución francesa, los viñedos de Borgoña pertenecieron a la
Iglesia Católica.
Es en este periodo cuando nacen los clos (viñedos). El clos de Bèze se fundó en
640, el clos de Vougeot en 1115 y el clos de Tart en 1140. A partir de 1128, los
cistercienses de la abadía de Pontigny (la décima hija de Cîteaux) continuaron
desarrollando el viñedo de Chablis. A lo largo de la Edad Media, los vinos
figuraban en lugar destacado sobre la mesa de los señores. En la gran época del
Ducado de Borgoña (siglos XIV y XV) se dictan las primeras normas protectoras de
una cierta calidad en el vino. En 1395, Felipe II de Borgoña prohíbe el cultivo
de la uva gamay en beneficio de la pinot noir en sus tierras, para mejorar así
la calidad del vino. Es la primera norma de derecho alimentario del mundo,
precursora de las denominaciones de origen (AOC) y que precede en bastante
tiempo al Reinheitsgebot alemán que definió los ingredientes autorizados en la
elaboración de la cerveza en Alemania.
Nicolas Rolin, canciller de Felipe el Bueno y su esposa Guigone de Salins
decidieron crear un hospital para los pobres, eligiendo para ello la localidad
de Beaune, lugar de paso que carecía de grandes fundaciones religiosas. Así
nació, el 4 de agosto de 1443 el Hôtel-Dieu. Este Hospicio de Beaune resultó ser
propietario de un dominio vitícola borgoñón gracias a las donaciones y las
herencias de ricos señores borgoñones desde la Edad Media y a lo largo de los
cinco siglos posteriores. La decadencia del Ducado de Borgoña coincide en el
tiempo con las primeras casas de comercio de vino. En 1720, se lanzó la marca
Champy.
Después de la Revolución, los viñedos estaban en quiebra y se vendieron a los
trabajadores que los habían cuidado. Las leyes sucesorias dieron como resultado
la continua subdivisión de los más preciosos viñedos, de manera que algunos
cultivadores sólo eran propietarios de una fila o dos de vides. Esto llevó al
surgimiento de négociants que sumaban el producto de muchos cultivadores para
producir un solo vino. Esto llevó también a una profusión de pequeñas bodegas de
propiedad familiar, ejemplificadas por la docena de la familia "Gros".
En 1874, la llegada de un insecto proveniente de América, la filoxera, dañó el
viñedo. La filoxera fue descubierta por primera vez en Meursault el 17 de julio
de 1878 en el lugar llamado l'Ormeau, después el 23 de julio del mismo año en el
jardín botánico de Dijon. Las contaminaciones databan de 1876 para Meursault y
1877 para Dijon.
Las viñas americanas fueron introducidas fraudulentamente a partir de 1885 y
oficialmente a partir del 12 de julio de 1887. Hubo que arrancar todas las viñas
y replantar. Después de largas investigaciones, se terminó por descubrir que
sólo el injerto permitiría a la vid resistir en presencia de la filoxera. El
mildiu provocó un desastre considerable en 1910 con consecuencias sociales
importantes. Sólo en vísperas de la Primera Guerra Mundial pudo el viñedo
borgoñón reanudar su desarrollo.
El vino de Borgoña ha cambiado mucho durante los últimos 75 años. La depresión
económica de los años 1930 fue seguida por la devastación que causó la Segunda
Guerra Mundial. Después de la guerra, los viñadores regresaron a sus viñas
descuidadas. Los terrenos y las vides habían sufrido y necesitaban
desesperadamente ser nutridas. Comenzaron a fertilizar, saneando los viñedos.
Los que pudieron permitírselo añadieron potasio, un elemento químico metálico de
color blanco plateado que contribuye a un crecimiento vigoroso. A mediados de
los años 1950, los suelos estaban equilibrados, las cosechas eran razonablemente
bajas y los viñedos produjeron algunos de los más sorprendentes vinos del siglo.
Durante los siguientes 30 años, siguiendo el consejo de los expertos, siguieron
utilizando fertilizantes químicos en sus viñedos, incluyendo el potasio. Cierta
cantidad de potasio es natural en el suelo y bueno para el crecimiento de la
planta, pero si se da en exceso, conlleva bajos niveles de acidez y acaba
afectando negativamente la calidad del vino. Conforme se incrementaba la
concentración de productos químicos en el suelo, crecían las cosechas. En la
denominación Côte d'Or, por ejemplo, se pasó de 29 hectolitros por hectárea
(media anual desde 1951 hasta 1960) a casi 48 hectolitros por hectárea
(1982-91), de acuerdo con un estudio realizado por el INAO. Estas mayores
cosechas produjeron vinos de menos sabor y concentración. El exceso de producto
químico acabó en treinta años con el suelo que había contribuido a la reputación
de Borgoña durante un milenio.
El periodo entre 1985 y 1995 fue decisivo para Borgoña. Durante este tiempo
muchos dominios borgoñones renovaron sus esfuerzos en las viñas y gradualmente
establecieron un nuevo modo de hacer vino. Todo esto llevó a vinos más profundos
y complejos. Actualmente, la industria del vino de Borgoña está cosechando los
beneficios de esos impresionantes esfuerzos. |