Albi es una localidad y
comuna francesa situada en el departamento del Tarn, del que es capital, en la
región de Mediodía-Pirineos, con 51.199 habitantes. Se sitúa a orillas del río
Tarn. Fueron las arcillas de este río la materia prima para elaborar los
ladrillos rojos que caracterizan su arquitectura local, ya sea en su catedral,
en sus casas, puentes, palacios o molinos.
Historia
Ciudad fundada en tiempos del Imperio romano, conocida como Albiga. La secta
herética de los albigenses, desarrollada en los siglos XII-XIII toma su nombre
de esta ciudad. Esta secta religiosa, dotada de una profunda religiosidad, surge
frente al problema del mal recurriendo al sistema dualista del tipo maniqueo:
Todo lo carnal procede del mal y la adhesión al Dios del bien exige una
abstinencia carnal. Trataban como iguales a las mujeres y aceptaban las
diferencias de credo, a la vez que defendían que el infierno no existe. Sólo los
puros, los cátaros, ponían en práctica este principio. Para éstos, Dios no se
pudo encarnar, entrando en clara contradicción con la doctrina de la Iglesia.
Los adeptos se agrupaban en comunidades que se vieron favorecidas frente a la
inmoralidad imperante, obteniendo el apoyo de los nobles, la burguesía local y
la población en la comarca del Languedoc, en el sureste francés, donde se
respiraban aires de mayor libertad frente a la presión de la Iglesia católica.
La cruzada impulsada por el Papa Inocencio III, por el rey de Francia Felipe II
Augusto, por los cistercienses y dirigida por Simón de Montfort, indujeron en
1209 a la masacre de Beziers (pasando a cuchillo a más de 20.000 ciudadanos), a
la expulsión de los ciudadanos de Carcasona y a la persecución de los
principales nobles implicados.
Simón de Montfort (1165-1218), cruel adalid de la causa católica, fue nombrado
vizconde de Beziers y Carcasona.
Monumentos y lugares de interés
Entre sus principales monumentos destaca la
catedral Santa Cecilia, construida en ladrillo. Las obras de su construcción
se iniciaron en 1282, prolongándose por espacio de dos siglos.
También es de destacar el Puente Viejo, uno de los más antiguos de Francia, y
aún en uso.
Junto a la catedral se encuentra el Palacio de la Berbie, antiguo palacio
episcopal y actual sede del Museo Toulouse-Lautrec. |