La Abadía de Vézelay (actualmente conocida
como la Basílica de Santa Magdalena de Vézelay; en francés: Basilique
Sainte-Marie-Madeleine) fue un monasterio benedictino y cluniacense en Vézelay
en el departamento francés de Yonne (Borgoña, Francia). La iglesia abacial de
Santa María Magdalena con su complicado programa iconográfico esculpido en
capiteles y pórticos, es una de las destacadas obras maestras de la escultura y
arquitectura románica borgoñonas, aunque buena parte de su decoración exterior
fue dañada durante la Revolución francesa. La iglesia y la colina de Vézelay
fueron añadidos a la lista de Lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en
el año 1979.
En el camino que conduce a Vézelay, la Cruz Montjoie simboliza la alegría del
peregrino que ve, por primera vez, la basílica de Santa María Magdalena, siendo
el punto desde el que por vez primera se divisa Santa Magdalena de Vézelay.
Historia
Construida en 1037 por Geoffroy, abad de Vézelay, que la dedicó al culto de
María Magdalena, la villa se convirtió, rápidamente, en un lugar de
peregrinación. La reputación de la abadía da paso a la prosperidad del pueblo
contribuyendo a su desarrollo. Peregrinos como el duque de Borgoña, Hugo II y su
corte, en 1084; o Bernardo de Claraval (San Bernardo) que acudió, en 1146, a
predicar la segunda cruzada; también Felipe Augusto y Ricardo Corazón de León
visitaron la abadía en 1190 antes de partir para la tercera cruzada; o Luis IX
de Francia, en 1248, convirtieron a Vézelay en una villa que atrajo a
innumerables peregrinos.
En el año 1096, el abad Artaud dio comienzo a una ampliación de la abadía. Se
construyeron un crucero y un coro. Las obras duraron hasta el año 1104 y sólo se
conserva la nave.
En julio de 1120, la víspera de Santa Magdalena la estructura de la abadía se
incendió y se derrumbó (causando la muerte de 1127 personas). Se construyó una
nueva nave, la obra se acabó en 1138.
En 1185 se empezó la construcción de un nuevo coro y un crucero de estilo
gótico.
En 1217 se instalaron en la abadía los franciscanos. Empezó el declive de la
misma al encontrarse en San Maximino nuevas reliquias de Santa Magdalena.
En el año 1537 la abadía se secularizó y los monjes fueron sustituidos por
canónigos.
En el año 1790 la abadía de María Magdalena pasó a ser una simple iglesia
parroquial y, posteriormente (1796), se vendió como un bien nacional.
En 1840 se encargó la restauración del edificio original, a fin de salvarlo de
la ruina, a Eugène Viollet-le-Duc, tras la inspección llevada a cabo por Prosper
Mérimée. La abadía había sufrido graves daños durante el saqueo llevado a cabo
por los hugonotes en 1569; las esculturas del tímpano habían sido golpeadas
(1793) y, en 1819, un rayo había caído sobre la torre de San Miguel
destruyéndola. La restauración concluyó en 1876, se reintegraron las reliquias
de Santa María Magdalena y se restableció la peregrinación que sería paralizada,
nuevamente, en 1919.
En 1920 se le otorgó, a la abadía, el rango de basílica y el peregrinaje volvió
a recomenzar.
Finalmente, en 1979, la basílica y la colina de Vézelay fueron declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fue elegida por el chelista Mstislav Rostropóvich para la grabación en video de
su interpretación de las séis suites de Johann Sebastian Bach para violonchelo
solo en 1991. |