La Catedral de Colonia (Kölner
Dom en alemán), de estilo neogótico, comenzó a construirse en 1248 y no se
terminó hasta 1880. Está situada en el centro de la ciudad de Colonia. Es el
monumento más visitado de Alemania. Con sus 157 metros de altura fue el edificio
más alto del mundo hasta la culminación del Monumento Washington en 1884, con
170 metros.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996
Construcción e inauguración
Excavaciones en el subsuelo de este edificio han revelado los cimientos de
construcciones romanas y carolingias. La construcción de la actual Catedral
empezó en 1248, pero no fue terminada hasta 1880. Hacia 1510 se interrumpió la
construcción por problemas económicos y por falta de interés. En 1560, el
Cabildo de la Catedral dejó de aportar fondos de forma definitiva. A partir de
entonces, durante siglos se estuvo utilizando como templo la parte ya terminada.
La finalización de la Catedral fue fuertemente apoyada en el siglo XIX por el
Emperador alemán, que reconocía en el gótico una herencia germánica. A la vez,
hacía construir junto a la Catedral la impresionante estación de tren, símbolo
de la fusión del pasado y el futuro en la nueva Alemania. La historia, en
detalle, es la siguiente. A comienzos del siglo XIX, los románticos alemanes,
entusiasmados por la Edad Media, llamaron la atención sobre el estado en que se
encontraba la Catedral, inconclusa. Personalidades como Joseph Görres y Sulpiz
Boisserée impulsaron la terminación, de forma que consiguieron que el rey
Federico Guillermo IV de Prusia destinara fondos a este proyecto. El 4 de
septiembre de 1842 se puso la primera piedra para la renovación de la
construcción, participando el propio rey y el coadjutor y futuro arzobispo de
Colonia Johannes von Geissel. Poco antes se había fundado el "Zentral-Dombau-Verein
zu Köln" (Asociación para la construcción de la Catedral de Colonia) con el
objetivo de conseguir fondos.
Finalmente, la inauguración de la Catedral el 15 de octubre de 1880 no presentó
la misma imagen de armonía, pues coincidió con el momento álgido del "Kulturkampf",
el desencuentro entre el Estado prusiano y la Iglesia católica en Alemania, por
lo que en el momento de la inauguración el Arzobispo de Colonia, Paulus Melchers,
se encontraba en el exilio. Por eso, el Cabildo de la Catedral se negó a que se
celebrara una Misa de inauguración con presencia del Emperador Guillermo I y
sólo permitió un solemne Te Deum. |