El sitio comprende diecisiete
edificios de la ciudad de Muharraq, tres bancos marinos de ostras, una zona
litoral y la fortaleza de Qal’at Bu Mahir, situada en el extremo sur de la isla
de Muharraq, de donde zarpaban los barcos con rumbo a los bancos de ostras. Este
sitio es el último vestigio cultural completo de la industria perlífera
tradicional que fue una importante fuente de prosperidad para la región del
Golfo entre el siglo II y los comienzos del siglo XX, hasta que el Japón empezó
a desarrollar los cultivos de ostras perlíferas. El sitio constituye también un
ejemplo notable de la explotación tradicional de los recursos marinos, así como
de la interacción entre el hombre y el medio ambiente que configuró la economía
y la identidad cultural de la sociedad de esta isla. (UNESCO/BPI) |