El Palacio de Golestán (en
persa, کاخ گلستان kâj-e golestân1 ) es un complejo palaciego de la ciudad de
Teherán, empleado como residencia real por la dinastía Qaŷar (1785-1925). En
2013, la Unesco eligió el palacio de Golestán como Patrimonio de la Humanidad.
Los edificios que lo componen datan de distintas fechas, iniciándose en el siglo
XVI d.C. bajo el reinado del Shah Tahmasp I Safaví, cuando se hallaban dentro de
la ciudadela de adobe dentro del recinto de las murallas de la ciudad (arg). El
palacio comprende los monumentos históricos más antiguos de Teherán.
Historia
La ciudadela de Teherán se construyó en el reinado del sah Tahmasp I Safaví
(1524-1576 d.C.), y fue más adelante renovada bajo Karim Jan Zand (1750-1779).
Aga Mohammad Jan (1742-1797), de la dinastía Qayar, estableció en Teherán su
capital, con lo que la ciudadela se convirtió en centro de los Kayar, y el patio
y palacio de Golestán en residencia oficial de la familia real. En 1865, el
palacio fue reconstruido en su forma actual por el arquitecto Hayi Abolhasán
Navaí.
En época pahlaví (1925-1979), el palacio fue utilizado para recepciones
oficiales de la realeza mientras los monarcas construían su propio palacio
residencial de Niavarán al norte de la ciudad, en la ladera fresca y arbolada
del Alborz. Las ceremonias más relevantes celebradas en el palacio de Golestán
fueron la coronación de Reza Shah en el Trono de Mármol en 1925 y la de Mohammad
Reza Pahlaví en 1941 en la sala de exposiciones.
Entre 1925 y 1945, gran parte de las dependencias del palacio fueron destruidas
por orden de Reza Shah, con el argumento de que el vetusto palacio Qayar no
debía estorbar el crecimiento de la ciudad moderna, y en lugar de los edificios
antiguos se erigieron construcciones al estilo occidental contemporáneo.
Tras la Revolución Islámica de 1979, el palacio se convirtió en museo histórico
y arquitectónico. La UNESCO aceptó la inscripción del Palacio en su Patrimonio
de la Humanidad el 23 de junio de 2013. |