Arequipa es una ciudad
ubicada en el suroeste del Perú. Es capital de la Región Arequipa. El centro
histórico de la ciudad de Arequipa ocupa gran parte del distrito de Arequipa. El
distrito es uno de los veintinueve que forman la provincia de Arequipa en la
Región del mismo nombre.
Patrimonio de la Humanidad
El casco antiguo de la ciudad, fue declarado por la Unesco como Patrimonio
Cultural de la Humanidad en noviembre de 2000, y está comprendido básicamente
entre los distritos de Arequipa y Yanahuara.
Para su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad se tomaron en
cuenta los siguientes criterios:
Criterio I. La arquitectura ornamental en el centro histórico de Arequipa
representa una obra maestra de la creativa integración de las características
europea y nativa, crucial para la expresión cultural de toda la región.
Criterio IV. El centro histórico de Arequipa es un ejemplo de un asentamiento
colonial, desafiado por las condiciones naturales, las influencias indígenas, el
proceso de conquista y evangelización, así como la espectacularidad de su
entorno.
Descripción
El corazón de la ciudad histórica está constituido por la Plaza de Armas (Plaza
Mayor), con sus portales, el palacio de la ciudad (municipalidad o alcaldía) y
la Catedral, el más importante edificio religioso neoclásico del país,
construido a mediados del siglo XIX sobre las ruinas de la primera iglesia
barroca. En un ángulo de la plaza se encuentra la Iglesia y los Claustros de La
Compañía, conocido como el conjunto más representativo del período barroco
mestizo de fines del siglo XVIII. El monasterio de Santa Catalina, 20 000 m² de
superficie, es una espectacular ciudadela religiosa, que integra los estilos de
los siglos XVI y XVIII, las estructuras del complejo de San Francisco comprenden
una pequeña plaza, la Iglesia principal, el convento y los claustros de la
Tercera Orden, datan del siglo XVIII. Las capillas y los conventos de Santo
Domingo datan del siglo XVI al XVIII; San Agustín, La Merced y la Iglesia de
Santa Martha del siglo XVII. En cuanto a Santa Teresa y a Santa Rosa, son dos
ilustraciones de la arquitectura del siglo XVIII. El Puente Real (hoy día Puente
Bolognesi) y el Puente Grau, los dos pertenecientes al siglo XVIII, están hechos
también en sillar.
El centro histórico cuenta con 500 casonas, 250 de las cuales están calificadas.
Han sido construidas generalmente en el siglo XIX, sobre el sitio de edificios
coloniales anteriores destruidos por el terremoto de 1868. Las casonas,
generalmente hechas en sillar, se caracterizan por sus arcos semi-circulares y
sus techos en bóveda. Las estructuras de sillar poseen siempre los muros
gruesos: 1 a 1.5 metros para las habitaciones, más de 2 metros para las
iglesias. Gracias a la utilización de mortero de cal, los muros se muestran
homogéneos, imagen que se refuerza con las bóvedas de ladrillo o de sillar que
se justifican en la rareza de la madera. La estructura pesada es embellecida con
decoraciones dentro de grandes y espesos cuadros redondeados, o por profundos
bajos relieves sobre la superficie de planos. La luz se combina en sus líneas
para crear una dinámica que aligera la pesada estructura y la vuelve más
interesante. La puerta lateral de la Iglesia de Santo Domingo (del comienzo del
siglo XVII), donde se encuentra una alegoría del Juicio Final, se encuentra
típicamente dentro de todas las portadas de la ciudad y de la región.
El mérito de la arquitectura arequipeña no se limita solamente a la suntuosidad
de los monumentos religiosos. Se encuentra también en las nobles casonas, casa
vernaculares de proporciones bien equilibradas. El espacio urbano penetra al
interior de las manzanas de las casas por los ángulos de las grandes puertas y
los grandes corredores que nos llevan hasta los patios, donde las fachadas
esculpidas son análogas a las exteriores, acentuando así la continuidad
espacial. Las puertas y las ventanas están flanqueadas por pilastras y coronadas
por frontones en relieve que hacen juego con los grandes muros. Las estrechas
ventanas dejan penetrar la luz dentro de los arcos semi-circulares y bajo los
techos abovedados. Las casonas, con el conjunto monumental, las calles y las
plazas, aseguran la armonía y la integridad con el paisaje urbano, y dan a la
ciudad un valor urbano excepcional. |