Teotihuacan
es el nombre dado por los mexicas a los restos de centro urbano
antiguo de Mesoamérica anterior a ellos y que en alcanzó mayor apogeo durante el
periodo Clásico[2] y actualmente una zona arqueológica localizada en el valle
del mismo nombre, que forma parte de la Cuenca de México. Dista a unos 40
kilómetros al noreste de la Ciudad de México y forma parte de los municipios de
San Juan Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, en el noreste del estado de
México. Aunque la ciudad llegó a tener una superficie de aproximadamente 21 km2,
en la actualidad el conjunto de monumentos arqueológicos que se encuentra
abierto a la visita del público representa aproximadamente la décima parte de la
ciudad original. Llegó a contar con una población de entre 150 y 200 mil
habitantes en su época de mayor esplendor.
Desde el periodo mesoamericano, la ciudad de Teotihuacan fue objeto del interés
de los pueblos que sucedieron a los teotihuacanos en Mesoamérica. En el Templo
Mayor de México-Tenochtitlan se han descubierto numerosas reliquias de origen
teotihuacano, por lo que se ha llegado a la conclusión de que entre los primeros
exploradores del yacimiento arqueológico se encuentran los propios mexicas. No
fue sino hasta finales del siglo XIX cuando se restauraron los monumentos más
sobresalientes de la ciudad: los basamentos hoy conocidos como Pirámide del Sol
y Luna, localizados en las inmediaciones de la Calzada de los Muertos, llamada
así por investigadores de principios del siglo XX.
Teotihuacan fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco en 1987. Es la zona arqueológica de país con mayor afluencia de turistas,
por encima de sitios como Chichén-Itzá o Monte Albán. A pesar de lo que pudiera
suponerse dada la gran cantidad de monumentos restaurados del sitio, las
excavaciones arqueológicas en Teotihuacan continúan hasta nuestros días, y han
dado como resultado un paulatino incremento en la calidad y cantidad del
conocimiento que se tiene sobre esta ciudad, de la que, por cierto, se
desconocen cuestiones tan importantes como su nombre original y la filiación
étnica de sus fundadores. Se sabe, en cambio, que fue un sitio cosmopolita, por
la presencia documentada de grupos originarios de la costa del Golfo o de los
Valles Centrales de Oaxaca. |