La Isla de Gorée es una isla
ubicada en África, con una superficie de 17 hectáreas, se ubica frente a la
costa del país a que pertenece, Senegal, se encuentra a tres kilómetros frente a
Dakar, la capital. En 1978 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco.
Historia de la isla y del mercado de esclavos
Durante más de tres siglos fue el más importante mercado de esclavos destinado
para aprovisionar de ellos a Estados Unidos de América, al Caribe y a Brasil,
principalmente. Fue descubierta por portugueses en 1444, bajo cuya bandera en
1536 se construyó la primera Casa de esclavos. Al menos desde entonces y hasta
1848, año en que Francia abolió la esclavitud, en esta isla se estableció el más
activo comercio de esclavos, siendo la casa que construyó un holandés en 1776,
la que aún se conserva, por la Unesco, como museo.
La casa de los esclavos
Es imposible precisar actualmente los enormes costos que para las naciones
africanas significó este comercio, se calcula que al menos veinte millones de
hombres, mujeres y niños fueron secuestrados en sus aldeas, trasladados y
vendidos a tratantes que se establecieron abiertamente en la isla de Gorée, aquí
eran aprisionados en calabozos, eran encadenados como animales y colocados
espalda con espalda, como sardinas enlatadas, para esperar a que fueran
vendidos, antes de que decayeran físicamente y fueran sacados de ese lugar.
El diseño de la Casa de esclavos, como la que existe convertida en museo,
incluía una sala para hombres, una para recuperar peso, una para mujeres, otra
para mujeres jóvenes, una para niños; se tenía especial cuidado en que los
llantos de los niños no pudieran ser escuchados por sus madres, para evitar que
estas sufrieran y perjudicaran su estado de salud.
Para los efectos del mercado, las mujeres tenían un valor mayor que los hombres,
siendo el factor determinante la salud, el busto y la dentadura, los niños eran
evaluados por su dentadura y las condiciones en que se encontraban al momento de
la transacción; carecían los niños de nombre individual y se les llamaba por las
características de la dentición, los hombres deberían pesar cuando menos 60
kilos. Todos los esclavos eran exhibidos en las escalinatas exteriores de la
Casa de los Esclavos, donde eran manipulados como animales para analizar y
discutir el precio, en lo alto de las escalinatas se encuentra un balcón desde
donde los mercaderes y tratantes ajustaban el precio.
Finalmente, eran llevados los esclavos de los calabozos al punto en que serían
embarcados, el pasillo que los conducía era conocido como El lugar de donde no
se regresa, no era muy ancho para facilitar el manejo de las personas y en la
oscuridad del túnel, al final, se apreciaba la luz del sol y el mar, en este
lugar era el último en que la familia podía verse, pues en lo sucesivo cada uno
sería trasladado a diferentes lugares de América. Eran embarcados en botes para
subirlos después a los barcos y los esclavistas frecuentemente utilizaban este
momento para hacer limpieza y eliminar a los esclavos que estaban enfermos o no
eran fácilmente comercializables, entonces los lanzaban al mar infestado de
tiburones.
Un lugar de interés histórico
Desde 1960, año en que Senegal adquirió su independencia, la isla forma parte
importante de la activa vida turística de este país, el cual conserva las
puertas abiertas para que los visitantes de todas partes del mundo, que la
visiten, mantengan la memoria de uno de los lugares que mayor sufrimiento han
ocasionado a la humanidad. |