Integrado por cinco elementos situados en diferentes provincias
del país, este bien cultural comprende unos quince hornos aún en pie y varias
estructuras de minas y forjas, así como vestigios de viviendas. El elemento
situado en Durula data del siglo VIII a.C. y constituye el testimonio más
antiguo del desarrollo de la producción de hierro hallado en Burkina Faso. Los
cuatro elementos restantes de este bien cultural, situados en Tiwega, Yamané,
Kindibo y Bekuy respectivamente, son ilustrativos de la intensificación de la
metalurgia del hierro durante el segundo milenio de nuestra era. Aunque hoy en
día ya no se practica la reducción indirecta de los minerales férreos para la
obtención del hierro, los herreros de las localidades rurales siguen
desempeñando un importante papel en la fabricación de herramientas y practican
numerosos rituales vinculados a la siderurgia. |