La aparición de la vida sobre Tierra
La química de la vida
La aparición de la vida sobre la Tierra
La aparición de las células y de la fotosíntesis
La explosión de la vida multicelular
Los planetas extrasolares
Los métodos de detección de exoplanetas
Las observaciones de exoplanetas
Las misiones espaciales CoRoT y Kepler
La búsqueda de vida extraterrestre
Los sistemas planetarios favorables para la vida
Los planetas favorables para la vida
La detección de señales extraterrestres
La búsqueda de señales extraterrestres
La paradoja de Fermi
Las misiones espaciales CoRoT y Kepler
La misión CoRoT
El primer satélite de búsqueda de exoplanetas que ha entrado en funcionamiento
es CoRoT (Convection, Rotation et Transits planétaires), que se lanzó el 27 de
diciembre de 2006. Al principio, esta misión fue propuesta por el centro
nacional de estudios espaciales, pero se hizo entre tanto una colaboración con
la agencia espacial europea y otros socios internacionales. Inicialmente, La misión CoRoT estaba prevista para durar sólo
dos años y medio, pero se alargó y
debería durar al menos hasta marzo de 2013. El satélite está provisto de un
telescopio de 27 centímetros de diámetro y se encuentra sobre una órbita polar
circular. Observa sucesivamente distintas zonas del cielo pasando hasta 150 días
sobre cada una de ellas.
El método utilizado por CoRoT es el del tránsito planetario, la observación de
la reducción temporal de luminosidad de una estrella debida al paso de un
planeta delante de su disco. Este método ha producido resultados desde
telescopios terrestres, pero sufre, sin embargo, efectos de la turbulencia
atmosférica. Esta última provoca constantemente fluctuaciones de luminosidad que
son generalmente más grandes que la reducción provocada por un posible tránsito.
El interés de una misión espacial reside, así pues, en el hecho de que un satélite
puede detectar variaciones de luminosidad muy débiles producidas por el tránsito
de planetas tan pequeños como la Tierra.
Hasta marzo de 2012, CoRoT detectó más de 600 candidatos posibles, y la presencia
de 22 exoplanetas ha sido confirmada por observaciones complementarias desde la
Tierra. El más pequeño de esos exoplanetas es CoRoT-7b, con un diámetro de 1,58
veces el de la Tierra y a una distancia de 2,6 millones de kilómetros de su
estrella.
La misión Kepler
Kepler es una misión de la NASA que se basa también en el método del tránsito.
El satélite se lanzó el seis de marzo de 2009, y la misión estaba prevista para
durar tres años y medio. Kepler tiene una apertura de 95 centímetros y un espejo
primario de 140 centímetros de diámetro. El satélite no está en órbita
alrededor de la Tierra, sino sobre una órbita heliocéntrica en torno al Sol.
Esto le permite observar una región fija del cielo sin ser interrumpido por la
Tierra, y también evitar las luces parásitas.
El concepto artístico de la nave espacial Kepler. Crédito:
NASA/Ames/JPL-Caltech
Durante su misión, Kepler guarda una dirección fija en el cielo, entre las
constelaciones del Gygnus (el Cisne) y la Lyra. Su campo le permite observar
alrededor de 150.000 estrellas de modo continuo. Estas estrellas se encuentran en
una región de la Vía Láctea similar a la nuestra, y lejos del plano de la
eclíptica para evitar toda interferencia del Sol u otros objetos del sistema
solar. Gracias a esta dirección fija, Kepler podrá detectar exoplanetas teniendo
períodos de revolución de más de un año terrestre, así pues, bastante semejantes
a la Tierra desde este punto de vista, y en la zona de habitabilidad de su
estrella (contrariamente a CoRot que sólo puede observar períodos de menos de
tres
meses).
El campo de visión fija de la misión Kepler entre las constelaciones del
Cisne y de Lyra (se ve la proyección de los 42 captadores CCD de 2200
veces 1024 píxeles). Crédito:
NASA
Hasta marzo de 2012, Kepler detectó 5000 caídas de luminosidad, propuso 2321
candidatos (todo cambio de luminosidad no es forzosamente un tránsito), y 61 ya
han sido confirmados como exoplanetas por observaciones terrestres. Se tendrá en
cuenta en particular Kepler-22b, un exoplaneta alrededor de 2,4 veces más grande
que la Tierra, y que se encuentra en la zona de habitabilidad de una estrella
similar al Sol. Otro exoplaneta interesante es Kepler-16b, cuya particularidad
es estar en órbita en torno a una estrella binaria, un poco como Tatooine (Star
Wars). |